
Este drama inspirado en hechos reales construye la incomodidad desde el manejo de la tensión sutil y un sólido guion. Una dura crítica contra aquellos acusados de infames crímenes y una reflexión sobre las mentiras.
Este drama inspirado en hechos reales construye la incomodidad desde el manejo de la tensión sutil y un sólido guion. Una dura crítica contra aquellos acusados de infames crímenes y una reflexión sobre las mentiras.
La cinta transcurre con un minimalismo y una lentitud sofocante. Además, no produce ningún estímulo debido a la completa falta de acción. Lo mejor, sin duda, la doble interpretación de Tilda Swinton.
Aunque cuenta con grandes interpretaciones y un retrato esperanzador de la familia, el exceso de metraje, de planos recurso y de interrupciones explícitas llegan a exasperar a la audiencia.
Esta película de espíritu libre cuenta con un guion de tintes surrealistas. La peculiar pareja protagonista lleva el peso de una apuesta arriesgada de la que se desprende la camaradería vivida en el rodaje.
Entrañable y amable película basada en hechos reales. Sally Hawkins destaca en una mundana aventura que cuestiona la rapidez a la hora de prejuzgar y resalta el valor de esforzarse y luchar por los propios objetivos.
Las buenas compañías es un relato que trata sobre la lucha por acceder al aborto legal. Este film trivializa temas importantes como son las relaciones personales, el papel de los padres y la vida.
El film de Bille August, sin llegar a sobresalir, cuenta con una fascinante puesta en escena y una correcta interpretación. Todo ello logra que esta adaptación de la novela de Stefan Zweig merezca la pena.
Divertida, tierna y para concienciar. Esta historia de ficción consigue hacer un retrato de la figura de las abuelas junto con el de las trabajadoras domésticas con un guion perfectamente elaborado.
Julie Lerat-Gersant debuta con una película realista acerca de un grupo de madres adolescentes reacias a aceptar su futuro. A pesar de contar con numerosas escenas duras, deja hueco para la luz y la esperanza.
El film de Chie Hayakawa es a la vez escalofriante, por su cercanía a la realidad, y esperanzador. Con calma y realismo, la cineasta muestra las consecuencias de una vida sin respeto a la dignidad humana.