
Rosendahl desaprovecha la oportunidad de profundizar en la carrera diplomática de Henry Kauffmann a causa de un guion desequilibrado. No obstante, la cinta cuenta con buenas interpretaciones y escenas conmovedoras.
Rosendahl desaprovecha la oportunidad de profundizar en la carrera diplomática de Henry Kauffmann a causa de un guion desequilibrado. No obstante, la cinta cuenta con buenas interpretaciones y escenas conmovedoras.
Azuelos apuesta por un retrato cómico, pero agridulce, de la vida de no pocas mujeres en la actualidad. Maternidad, educación, nido vacío y otros aspectos se mezclan con ligereza, pero descubriendo también carencias.
Disney continúa con el intento de revitalizar su historial de antagonistas, ahora en carne y hueso y mostrando su complejidad. El resultado es visualmente eficaz, pero pobre en el relato y de excesiva duración.
Un drama familiar desesperanzador y desesperante que mantendrá al espectador en vilo por saber qué pasará. Los actores, por su parte, brillan con sus interpretaciones.
La proeza de un joven para sobrevivir a la crueldad nazi no destaca entre los existentes films sobre la Segunda Guerra Mundial, pero cuenta con una excelente interpretación de Nahuel Pérez Biscayart que vale la pena disfrutar.
Con un dúo protagonista de altura y a partir de una vivencia personal, la cineasta noruega ofrece un film sincero que invita a la reflexión. Su rémora son unos diálogos excesivos y poco cinematográficos.
A modo de thriller, el film recoge la persecución religiosa en la Checoslovaquia comunista de los años 80. De una gran sobriedad formal, el relato también abunda en los conflictos generados por traiciones e iglesias paralelas.
Un reparto veterano da vida a varios personajes que reaccionaron ante la dictadura militar de Uruguay de modos diversos. Con una factura técnica irreprochable, la cinta retrata una situación dura con un exceso de melodrama.
Desde el Reino Unido llega una historia que quiere revelar las sorpresas que alberga la nueva y joven tercera edad. Morisson ofrece un film con muy buenas intenciones y actores, y más ligero en el guion y el resultado.
En un intento bienintencionado de reflejar la dura vida de un joven basquetbolista de padres asiáticos que navega entre la cultura occidental y oriental, Érase una vez en Queens, no pasa de ser una película poco original y llena de clichés.