Después del éxito de la primera entrega, la serie regresa. Esta nueva temporada aporta menos novedades que la anterior, pero se ha dividido en dos partes de 5 capítulos cada una para crear más expectativa. Hay que esperar hasta el próximo 3 de agosto para el desenlace final.
Jack Ryan se despide de sus fans por todo lo alto y sin defraudar. Conseguir este reto en la temporada cuatro es un éxito. Hay que destacar que Krasinski borda al personaje frente a sus predecesores en el cine: Baldwin, Ford, Affleck y Pine.
El pequeño Santiago protagoniza breves relatos repletos de fantasía y aventuras. El detallado dibujo en 3D de los personajes y la colorida Isla Encanto potencian el atractivo de esta propuesta.
Esta animación es un oasis de ternura, donde se deja a la infancia ser quien es y se la rodea de sincero cariño.
A veces, la justicia humana no es siempre justa. Otras, no es suficiente. La muerte y la enfermedad conviven con el sufrimiento de los personajes en este drama solvente que atrapa a pesar de todo.
El desesperado intento de Nell por rehacer su vida y buscar su lugar en el mundo conforma una sitcom divertida y bondadosa. De todas maneras, incluye algunas materias que se perciben forzadas y acaban cansando.
Un drama psicológico que se desvanece a medida que pasan los capítulos. Arranca con ímpetu y acaba lejos de lo que prometía ser.
Una vez más, la realidad supera la ficción. El misterioso caso sin resolver sobre la desaparición de un avión llega a la pequeña pantalla en formato de docuserie.
Nueve episodios de resentimiento y venganza. La propuesta de Prime Video pretendía ser una exaltación de los derechos de la mujer, pero resulta una explosión de odio contra el sexo masculino.
Disparatadas aventuras llenas de inventos, color, ocurrencias infantiles, humor y complicidad. Una opción para entretenerse en la que destaca la virtud de lo sencillo.