La graciosa Anna Catchcart protagoniza un drama juvenil en el que se trivializan temas muy importantes en la vida de un adolescente como son la familia, la amistad y el amor.
A través de divertidas aventuras, los protagonistas superan diferentes obstáculos y el guión no menosprecia la inteligencia infantil.
El hijo zurdo es un drama. Una de esas historias que se pueden ver para constatar que la vida de uno no está tal mal.
Una vez más, la Guerra Civil española. Sinónimos de guerra: lucha, pugna, conflictos, disputas, desavenencias y exterminio. Todo eso aderezado con muchas dosis de romances de cama y algún toque de suspense.
Ada Magnífica, científica es una propuesta amable, colorida y que pretende ser muy constructiva. A través de las aventuras de la protagonista, anima a los más peques a observar a su alrededor y a preguntarse el porqué de las cosas.
Las novelas de género negro de la canadiense Louise Penny se adaptan para esta serie policíaca en la que destaca la figura del protagonista y una cierta oscuridad existencial.
Interesante propuesta que narra sucesos verídicos –pero poco conocidos– que tuvieron lugar durante la Segunda Guerra Mundial. La frivolidad de la puesta en escena desvaloriza los acontecimientos que se narran.
Una animación que aparta a la pequeña audiencia por la oscuridad de sus tramas y por la complejidad del guión. No bastan la buena calidad técnica, ni el humor, ni las capacidades heroicas de sus protagonistas.
Cuando no se comprende un clásico, mejor no hacer adaptaciones porque se corre el riesgo de quedarse con la anécdota y olvidar lo fundamental.
“Quiero que los mares se llenen con seres vivos. Así creó Dios los grandes monstruos marinos.” Y el hombre dejó volar la imaginación…