
Rodrigo Cortés regresa con una propuesta de misterio protagonizada por adolescentes, donde el apartado visual compensa algunas deficiencias del guión.
Rodrigo Cortés regresa con una propuesta de misterio protagonizada por adolescentes, donde el apartado visual compensa algunas deficiencias del guión.
Velocidad, romanticismo barato y viejas glorias en papeles de mafiosos de medio pelo. Ingredientes al gusto de quien busque tópicos a ritmo acelerado.
Un thriller que, sin ser una obra maestra, termina resultando muy efectivo.
Entre el thriller y el drama, la directora nos ofrece un reflejo de una persona que no quiere jugar la carta feminista y que se ha pasado toda la vida intentando olvidar el hecho de que es mujer y valerse solo de sus capacidades profesionales.
Secuela del film homónimo de 2015 que abunda en las cuestiones fronterizas, en el
crimen y la guerra sucia, mientras el guion, la dirección y los actores componen una
película que se sigue con interés.
Un nuevo thriller sofisticado del famoso director (Roman Polanski), donde se entremezclan referencias metalinguísticas sobre la escritura. Aunque arranca con impulso, no es redondo ni del nivel de otras de sus producciones.
Una nueva apuesta del cine italiano por las tramas de pesquisas e investigaciones en una zona rural y montañosa. Buenos intérpretes en un trasfondo oscuro.
Un thriller malvado de conspiraciones entre despachos que te hace pasar un rato entretenido, aunque del género existen títulos mucho más relevantes que este.
Kitaruma riega una carretera con vísceras y sangre, mientras intenta hacer creer al espectador que su película es interesante.
Con paciencia y disponibilidad, por lo minimanista y clausurado de su espacio y personajes, este thriller bélico te absorbe.