Julianne Moore es una estrella sobre el escenario, acompañada por un multicultural reparto, en un relato que quiere condensar temas muy variados bajo una banda sonora excelente.
Un guión poco original para los amantes del terror, donde destacan la ambientación y los efectos especiales por encima de los personajes o sucesos.
Pese a dejar su testamento claro hace diez años en Gran Torino, Clint Eastwood vuelve a protagonizar una película dirigida por sí mismo porque, como él ha afirmado, aún tenía cosas que decir.
Koldo Serra dirige esta cinta que arranca con el capote de un atraco bancario pero que deriva, bajo esa distracción, en otros asuntos. Tienen especialmente relieve las interpretaciones de Emma Suárez y Nathalie Poza.
Secuela de la película de terror “controlado” que funcionó muy bien en salas hace dos años. Así, ligera, con humor y ritmo, muy parecida a la primera, es la segunda entrega de la que, sin duda, será una nueva lista.
Este thriller, escrito y dirigido por un cineasta español debutante, incluye fuertes dosis de violencia que intenta justificar, mientras deja en el camino algunas sugerencias sobre comunicación social.
Verano del 84 es un homenaje al cine de género juvenil, una película para melancólicos, que comienza con un aire de Goonies que, poco a poco, se va transformando en una cinta de terror más propia de Stephen King.
Tercera y última entrega de la trilogía de Shyamalan que comenzó con el Protegido (2000) y siguió con Múltiple (2016). Al magnífico elenco de actores y los espectaculares enfrentamientos entre ellos, el director indio añade un trasfondo filosófico sobre la naturaleza de las personas y los cómics que no dejará indiferente al espectador.
Una parodia que se acerca más a la paranoia que al arquetipo de un guión al uso. David Robert Mitchell rompe esquemas y dinamita cualquier verdad fundamentada.
Un thriller dramático que retoma a los detectives daneses que nacieron en una saga literaria. Brutal en su expresión, la narración tiene ritmo y aprovecha para denunciar la eugenesia.