
El debut de Lee Jung-jae en la dirección es un largometraje con espectaculares secuencias de acción pero una narrativa un poco difusa. El conjunto es un film demasiado intenso pero grato para los amantes del género.
El debut de Lee Jung-jae en la dirección es un largometraje con espectaculares secuencias de acción pero una narrativa un poco difusa. El conjunto es un film demasiado intenso pero grato para los amantes del género.
Las grabaciones de las conversaciones entre Fernando Sureda y Enric Benito dan lugar a un emocionante y espontáneo documental acerca del último tramo de la vida. Sus carismáticas personalidades atraparán a la audiencia.
La saga de terror que arrancó a finales de los 70 retorna con sus dos estrellas: Jamie Lee Curtis y el enmascarado Michael Myers. El resultado no dista mucho de la reiteración violenta y absurda de las predecesoras.
Dos directores brasileños firman este documental que apuesta por dejar hablar a la Vida, mostrando a sus protagonistas. Con sencillez y profunda belleza, se revela la valentía y generosidad de muchas personas.
Con un dúo protagonista de altura y a partir de una vivencia personal, la cineasta noruega ofrece un film sincero que invita a la reflexión. Su rémora son unos diálogos excesivos y poco cinematográficos.
La acertada mezcla entre el thriller y el film de denuncia permite seguir con facilidad la historia de unos niños iraníes en busca de un tesoro para poder dejar de trabajar. Combina humor, un poco de intriga, acción y mucho drama.
Un grupo de jóvenes que organiza robos de productos de lujo protagoniza este vibrante thriller con mucha acción y música electrónica a todo volumen. A pesar de su larga duración, no cansa gracias al ritmo y a la gran factura técnica.
Edward Norton escribe, dirige y protagoniza la adaptación de una conocida novela negra. Aunque entretenido y comedido en bastantes aspectos, el film resulta algo largo por su predictibilidad.
Javier Gutiérrez es un brillante antagonista en una historia que se inicia con calma y crea lentamente una atmósfera siniestra y perturbadora. A pesar de los fallos de guion, el film funciona como entretenimiento.
Un film con la fórmula casi perfecta para triunfar en taquilla. Los despropósitos, hilados con gran acierto, casi no dejan respiro entre una carcajada y la siguiente, lo que permite un rato de gran disfrute.