
Esta aparente noche de paz no es más que una sucesión de escenas de acción, violentas, sangrientas e insulsas. Asimismo, el inverosímil mutismo generalizado acaba aburriendo y enfatiza la falta de emoción.
Esta aparente noche de paz no es más que una sucesión de escenas de acción, violentas, sangrientas e insulsas. Asimismo, el inverosímil mutismo generalizado acaba aburriendo y enfatiza la falta de emoción.
Aunque cuenta con unos actores protagonistas solventes, Notas sobre un verano se queda en un drama ligero cuyo retrato de los jóvenes en la actualidad es probablemente bastante acertado.
La secuela que dirige Rodo Sayagues es menos efectiva que la original debido a una falta de trabajo en el guion. Cuenta con diálogos postizos, escenas inverosímiles (forzadas para ser convenientes) y una cantidad exagerada de sangre.
El segundo largometraje de Lara Izagirre cohesiona muy bien un argumento medido, un elenco verosímil y lleno de naturalidad, una fotografía y dirección artística eficaces y un final bien cerrado.
La violenta revuelta que retrata Michel Franco no es más que una coyuntura vacía para intentar provocar, a través de imágenes sensacionalistas sin un discurso fundamentado ni coherente.
Esta película de acción no brilla por su originalidad, pero cuenta con escenas ocurrentes y genuinamente divertidas que la convierten en una propuesta curiosa y entretenida de ver con Bob Odenkirk como protagonista.
Con similitudes en su modo de construir el relato con su film anterior, Zhao demuestra cómo explicar algo apenas tangible con una gran versatilidad: la vida ambulante como territorio de libertad.
La trayectoria de un grupo de personas a lo largo de cuatro décadas refleja de manera conmovedora la importancia del perdón y la amistad. La cinta cuenta con una gran dirección de actores y varios toques muy italianos.
El intento de mezclar muchos temas, sin relación entre ellos, con resultado satisfactorio era casi tan difícil como que nieve en Benidorm. Por eso, a pesar del reparto, en general la cinta resulta confusa y se hace un tanto larga.
El thriller de David Victori arrastra al público, junto con el protagonista, a una noche trepidante llena de despropósitos. En pocas palabras, triunfa en su forma (por su ritmo) y se hunde en su fondo (por su falta de verosimilitud).