
Una obra sobre la fe y la religión en un período convulso para Corea. El disperso guion y la indefinida razón de ser de la película hacen que Nacimiento no consiga lucirse.
Una obra sobre la fe y la religión en un período convulso para Corea. El disperso guion y la indefinida razón de ser de la película hacen que Nacimiento no consiga lucirse.
Con una premisa y una puesta en escena prometedoras, el largometraje va virando hasta convertirse en una experiencia incómoda, salvaje e incluso gore que reflexiona acerca del sentido de la vida.
El film consigue introducirnos en el caos y los duros momentos en los que el servicio antiterrorista trabaja a contrarreloj para proteger a la ciudadanía. Pero algún momento lento puede distraernos de la trama.
Este remake cuenta con menos momentos incómodos para dirigirse a una mayor audiencia. Aunque es más dulce que la original, el sobresaliente trabajo de su protagonista crea una atmósfera realmente inquietante.
Este drama vengativo y doloroso deja con mal cuerpo, pero hace reflexionar al espectador. A lo largo de esta historia de reencuentros, Darío Grandinetti y Patricia López Arnaiz sobresalen en sus actuaciones.
Una nueva broma, bien elaborada y cargada de dinamita político-social, es lo que nos trae el film de Adam McKay. Un gran elenco y su ya habitual hábil montaje elaboran una metáfora de nuestro tiempo.
Italia presenta su candidatura a los Oscar con un drama que reinventa el género de mafias. Combina temas de interés como la inmigración, el choque de culturas y el crimen organizado de los barrios bajos.
Se trata de un relato sorprendente. Aunque tiene un planteamiento muy atractivo, No mires a los ojos pierde interés según avanza la historia y se descubren las peculiaridades de los protagonistas.
Una historia desgarradora que profundiza en el abismo del alma humana y revela los oscuros secretos del más allá. Pese a intentar abarcar demasiado puntualmente, acaba ofreciendo una experiencia fascinante.
Un grupo de mercenarios secuestra por sorpresa una familia adinerada en Nochebuena. Santa, que se sale del cliché, aparece para ayudarles. El film regala mucha violencia cómica en una noche poco santa.