
Pilar Palomero nos regala una preciosa adaptación llena de luz y humanidad. Con una realización medida y cercana y unas destacadas interpretaciones, la historia es un abrazo certero al corazón y nos hace reflexionar con esperanza.
Pilar Palomero nos regala una preciosa adaptación llena de luz y humanidad. Con una realización medida y cercana y unas destacadas interpretaciones, la historia es un abrazo certero al corazón y nos hace reflexionar con esperanza.
El film presenta el reto que supone hacerse cargo de un niño cuando aún se es una niña. Para ello, equilibra momentos de dolor y de luz, cuenta con un reparto natural y ensalza la labor de los trabajadores sociales.
Andrea Fandós encandila con su actuación en una cinta que pone de manifiesto las carencias en la educación sexual de los 90 en España. La ambientación está muy cuidada y evoca cierta nostalgia.