Un drama de lugares comunes y una realización un tanto anodina. Pese a la correcta ambientación, es gracias a los temas abordados por lo que acaba destacando.
Esta película de contornos políticos y deseos filosóficos se queda en un conato de reflexión. Su supuesta inspiración en una obra de Stefan Zweig es un espejismo, en medio de planteamientos simplistas y vacuos.
La apacible vida de Eve y Henri se ve truncada y el drama familiar se transforma en un thriller protagonizado por un gran elenco. Una cuidada ambientación es la guinda de esta trama que intenta, ante todo, mantener las apariencias.
Entre el thriller y el drama, la directora nos ofrece un reflejo de una persona que no quiere jugar la carta feminista y que se ha pasado toda la vida intentando olvidar el hecho de que es mujer y valerse solo de sus capacidades profesionales.
A partir del relato autobiográfico de Marguerite Duras, se teje un film que habla de la angustia y confusión de una espera. Algunos recursos narrativos detalan su origen literario y restan dinamismo.
Stella tiene 11 años y vive, con la ingenuidad propia de la edad, entre las copas, la música, los bailes, las peleas y las partidas […]