
Un documental que traspasa lo meramente audiovisual para convertirse en un testimonio de una gran actriz y una bonita amistad. A través de la performance y el material de archivo se hace frente al olvido.
Un documental que traspasa lo meramente audiovisual para convertirse en un testimonio de una gran actriz y una bonita amistad. A través de la performance y el material de archivo se hace frente al olvido.
El segundo trabajo de Claudia Pinto trata, con poco éxito, un asunto delicado. Aunque las actuaciones y la fotografía son correctas, los silencios, la excesiva tranquilidad y los giros argumentales componen un resultado irregular.
Un film que nos habla de la ambigüedad en tono pesimista. Pero está brillantemente ejecutado.