
Segunda parte de la superproducción francesa a la altura del clásico de Dumas. Cine de aventuras con escenas de acción a ritmo vertiginoso y personajes carismáticos. El entretenimiento perfecto para una audiencia variada.
Segunda parte de la superproducción francesa a la altura del clásico de Dumas. Cine de aventuras con escenas de acción a ritmo vertiginoso y personajes carismáticos. El entretenimiento perfecto para una audiencia variada.
La trama de caída y superación del protagonista está muy vista pero aquí el film la replantea desde una perspectiva actual que la refresca. Consigue así que el espectador salga del visionado mejor de lo que ha entrado.
Dos rutinas que confluyen en los mismos lugares, pero sin percatarse, dan vida a la nueva cinta de Cédric Klapisch, que, ambientada en París, combina escenas de humor con diversas reflexiones.
Hugo Gélin afrancesa con gusto y acierto el patrón clásico de la comedia romántica. Su toque de fantasía y su escenario físicamente idílico pero sentimentalmente en tensión resultan eficaces.
Un relato mórbido acerca de la frustración en el amor y de las amenazas de las redes sociales, que acaba en un tejido de tretas y falsedades, donde únicamente destaca el gran trabajo de Juliette Binoche, que muestra muy eficazmente varias facetas en un mismo personaje.
Tras la muerte de su padre, tres hermanos se unen para cuidar de las viñas de la familia. El film de Cédric Klapsich supone un conjunto de atractivas imágenes en una película para ahondar en la fraternal cosecha de la vida.