
La tercera parte de la comedia francesa vuelve cargada del mismo humor que acompaña a la saga. Su continuación narrativa es un tanto forzada, pero logra el objetivo de amenizar y hacerlo pasar bien.
La tercera parte de la comedia francesa vuelve cargada del mismo humor que acompaña a la saga. Su continuación narrativa es un tanto forzada, pero logra el objetivo de amenizar y hacerlo pasar bien.
Los Verneuil vuelven con nuevos conflictos culturales para divertir a su público en una comedia que aprovecha los clichés de su predecesora. Sin más pretensiones, el film funciona bien como entretenimiento.
Lo que parecía ser otra comedia francesa más, acaba tratando temas más duros de lo esperado.