
Una carta familiar donde la brutalidad de la Segunda Guerra Mundial queda al margen. Protagonizada por un entrañable soldado y su zorro, tras el entramado argumental queda una amable historia de compañerismo.
Una carta familiar donde la brutalidad de la Segunda Guerra Mundial queda al margen. Protagonizada por un entrañable soldado y su zorro, tras el entramado argumental queda una amable historia de compañerismo.
Biografía sobre la epopeya del actor-payaso Marcel Marceau que ayudó a decenas de huérfanos judíos a huir de los nazis. Una lástima que ni el guión, ni los actores están a la altura de la grandeza de la historia que relatan.
La Alemania nazi invade Noruega y el rey Haakon debe decidir si rendirse y entregar el país o luchar en una guerra que se adivina […]
Las escenas se repiten, las caricaturas cansan (el desdentado Duque de Brunswick usado como un comodín de dudosa comicidad), la suciedad y oscuridad envilece a todos los personajes (las escenas de los indígenas americanos son patéticas), la desinhibición sexual queda como un pegote y el continuo cambio de escenarios y épocas acaba por marear al espectador que se ha quedado en algún punto de la Patagonia esperando que alguien recupere la cordura.