
La secuela del archiconocido payaso pierde su razón de ser y su tono político en una película bañada de música. Lady Gaga destaca por su esfuerzo para elevar un conjunto irregular que siembra dudas y desconcierta.
La secuela del archiconocido payaso pierde su razón de ser y su tono político en una película bañada de música. Lady Gaga destaca por su esfuerzo para elevar un conjunto irregular que siembra dudas y desconcierta.
El paseo por la historia reciente de la familia Gucci y su marca de moda de lujo se convierte también en un llamativo recorrido por numerosas pasiones del ser humano. Scott dirige con buen pulso a un sólido elenco.
Lady Gaga y Bradley Cooper se entregan del todo en una historia punzante, realizada de manera comercial. El film nos invita a vivir con personalidad en un mundo arrastrado por grandes industrias, como es la musical.