
La habitual comedia veraniega de Santiago Segura llega con todos los ingredientes que sus seguidores esperan: muchas bromas, diferentes enredos y unos personajes que nos han acompañado los últimos cinco años.
La habitual comedia veraniega de Santiago Segura llega con todos los ingredientes que sus seguidores esperan: muchas bromas, diferentes enredos y unos personajes que nos han acompañado los últimos cinco años.
Comedia negra alrededor de una herencia que saca lo peor y lo mejor de una escalera de vecinos orquestada por Jordi Sánchez y Carlos Areces. Un reparto coral lleno de caras conocidas, demasiado diálogo y poco gag.
La familia García vuelve para contarnos sus aventuras navideñas con la pequeña Cris, el novio de Sara y el padre de Marisa, “el abuelo”, en la casa. La diversión está servida.
El film de Marc Crehuet cuenta con una utilización convincente de espejos y un elenco brillante, pero desperdicia sus recursos y se queda en un patético intento de parodiar con humor rancio y adoctrinar.
La propuesta de Macarena Astorga es una aventura sencilla y simpática dirigida a toda la familia. Aunque no aporta nada nuevo, cuenta con los ingredientes necesarios para entretener un rato y transmitir amabilidad.
La segunda parte de la comedia que más triunfó el verano pasado aterriza con todos los elementos para cautivar. Santiago Segura aúna humor, buen ritmo y el contexto de comedia familiar como rasgos de eficacia.
Emilio (Mario Casas), un chico tímido y mediocre en los estudios, tiene una sola obsesión: su compañera Natalia (Amaia Salamanca), la chica más guapa y […]