
El segundo trabajo de Maryam Touzani cuenta con un elenco deslumbrante, una historia humana y sincera y una mirada sensible hacia sus personajes. Todo ello envuelto en la elegancia del microcosmos de las telas.
El segundo trabajo de Maryam Touzani cuenta con un elenco deslumbrante, una historia humana y sincera y una mirada sensible hacia sus personajes. Todo ello envuelto en la elegancia del microcosmos de las telas.
La utopía que pretende vivir una familia de Beirut articula un drama doméstico alrededor de una crisis ecológica. Su mayor virtud es la naturalidad de su elenco y el encanto con el que están construidos sus personajes.
Película interesante de principio a fin, con sus ratos de comedia y un humor palestino que atraviesa varias capas de la estupidez humana hasta dar con el quid de la cuestión: la familia.
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