
La sexta entrega de la saga Scream es entretenida, y salvaje. Sin embargo, no deja de ser una colección elementos del género y su guion convencional no sorprende aunque, en ocasiones, resulta divertido.
La sexta entrega de la saga Scream es entretenida, y salvaje. Sin embargo, no deja de ser una colección elementos del género y su guion convencional no sorprende aunque, en ocasiones, resulta divertido.
Chazelle apuesta por un proyecto ambicioso, con un elenco y una dirección de muy buena calidad pero que peca de ser demasiado largo, obsceno y grandilocuente. Es una visión parcialmente creíble de los inicios del cine.
Un ejemplo de algo que parece pero no es. De algo que promete pero no da. De algo, en definitiva, que no cumple con las premisas de excepcionalidad, misterio y sorpresa.
Una película de terror y horror que apuesta, desde una arranque nada verosímil, por una cadena de exageraciones y violencia sin control. Buena realización y buena interpretación de la protagonista.