
Como si su título fuera una premonición, esta película es un producto fallido que reúne una ambientación de fiesta nocturna, un romance pueril obsesivo y un elenco que atrae a su público objetivo.
Como si su título fuera una premonición, esta película es un producto fallido que reúne una ambientación de fiesta nocturna, un romance pueril obsesivo y un elenco que atrae a su público objetivo.
La aventura de dos chicas en una plataforma a 600 metros de altura conforma un film muy eficaz a la hora de implicar al público. En algún punto es poco verosímil, pero, en su conjunto, funciona.
Esta esperada secuela de la mítica película de John Carpenter supone un excelente lucimiento de Jamie Lee Curtis, mientras el terror no aterroriza y solo se basa en sustos.