
Micha Lewinsky dirige una comedia romántica cuyos encantos quedan relegados por la confusión del contexto político. Aunque cuenta con interpretaciones impecables, el resultado es ineficaz.
Micha Lewinsky dirige una comedia romántica cuyos encantos quedan relegados por la confusión del contexto político. Aunque cuenta con interpretaciones impecables, el resultado es ineficaz.
Esta nueva propuesta cómica sobre intercambio de cuerpos en el seno de una familia tiene pasajes divertidos. No obstante, los clichés, la vulgaridad y un fracasado didactismo la alejan de ser redonda.
Intelectualmente exigente, oscura, dramática y turca. Un desafío para los detectives que la protagonizan y para su audiencia.
Divertida y atrevida a partes iguales, muestra la vida de barrio desde dentro, sin postureos ni idealizaciones. Cuenta con un casting espontáneo y fresco y un mensaje muy positivo sobre la amistad y el autoconocimiento.
Es difícil saber por qué alguien no ha repasado un guión que hace aguas por todos lados. Ni el impresionante paisaje puede encubrir el cúmulo de despropósitos de esta ficción.
A pesar de que se esfuerza por parecerlo, After no es una historia romántica para adolescentes, sino una sucesión de escenas eróticas edulcoradas. Esta secuela es una propuesta anodina con diálogos vacíos.
Esta colaboración entre Israel e Italia muestra la relación entre un padre y su hijo autista. Siempre contigo es un film para ver sin prisas que retrata de un modo muy tierno el reto que supone crecer.
Digna sucesora de Hierro, Rapa mantiene los estándares de calidad, tensión, interés y humanidad que su antecesora.
Un ejemplo de algo que parece pero no es. De algo que promete pero no da. De algo, en definitiva, que no cumple con las premisas de excepcionalidad, misterio y sorpresa.
El film de Christoffer Boe narra un conflicto matrimonial duro y utiliza en demasía algún recurso estético. Pero todo ello se salva gracias la esperanza que se consigue entrever en la segunda parte que deja un buen sabor de boca.