
Gigantes regresa con una segunda temporada que no mantiene el nivel de la primera.
Gigantes regresa con una segunda temporada que no mantiene el nivel de la primera.
Gigantes ha irrumpido como una de las producciones más destacadas del año. Dividida originalmente en dos actos o temporadas, la primera de ellas se presenta en seis intensos capítulos repletos de acción, drama y ciertas dosis de thriller policial.
Spin-off de Pequeñas mentirosas (Pretty Little Liars) con diferentes personajes pero misma estela: un asesinato, muchos secretos, delitos, sexo, comportamientos poco ejemplares y cánones de belleza y estilos de vida frustrantes para los jóvenes espectadores.
La desaparición de dos niñas desestabiliza la vida rural de un pequeño pueblo. Secretos, traumas, venganzas y un trabajo policial deficiente son la chispa de este trágico incendio.
Historias de culebrón para un drama médico poco convincente.
Las intrigas políticas en la Moncloa no encajan si se pretende emular el estilo americano.
Oscuro e intrigante, este thriller psicológico mantiene la acción y el suspense a un ritmo frenético hasta el final.
Los nuestros 2 dura demasiado y ofrece poco. A lo mejor nos sirve de entretenimiento para esos momentos de evasión que todos necesitamos, pero nada más.
Un producto lamentable para un público maltratado en la pequeña pantalla al que se le podrían ofrecer narraciones mucho más sugerentes, atractivas y motivadoras.
Una adaptación, en formato de miniserie, de la conocida novela de E.M. Forster. Cambio de época, personajes distintos y conflictos personales y amorosos se escriben, dirigen e interpretan de forma brillante.