
El cierre de Daniel Craig en la saga de James Bond es magistral. Con la misma acción y elegancia de siempre, esta última entrega descubre una versión más personal del agente, cuenta con sorpresas y resulta conmovedora.
El cierre de Daniel Craig en la saga de James Bond es magistral. Con la misma acción y elegancia de siempre, esta última entrega descubre una versión más personal del agente, cuenta con sorpresas y resulta conmovedora.
La relación entre un adolescente problemático y un anciano y antiguo cowboy se convierte en una propuesta de revisión y homenaje al cine americano, vinculado al espacio, y a la propia trayectoria de Eastwood.
La mezcla de géneros configura una película larga (y a ratos descompensada y rígida), pero bastante completa de la vida de una de las mejores voces de la historia: la de la cantante y compositora Aretha Franklin.
La adaptación de algunos acontecimientos de la historia reciente al hilo de las víctimas de ETA resulta en un largometraje que hace equilibrios, rueda con fuerza visual y cuenta con un sólido elenco.
Llega una aventura para toda la familia, de animación sencilla pero eficaz. Una niña emprende un viaje lleno de peripecias por el salvaje Oeste, que la convertirá en la legendaria Calamity Jane.
Vicente Villanueva presenta una nueva comedia familiar convencional, cargada de humor y diversión. Cuenta con un reparto acertado y una historia amable que logra cautivar al espectador desde el primer minuto.
Denis Villeneuve firma un espectáculo visual con un reparto de ensueño que logra estructurar magistralmente un relato mesiánico. La cinta es excesiva, regala acción y ofrece una recreación soberbia de otra galaxia.
Desde Japón llega otro drama adolescente con un esquema repetitivo, pero que destaca por su gran optimismo. Con una animación característica del cine oriental, es una apuesta positiva por la vida.
El director, guionista y actor Justin Chon lidera un film de denuncia social, justificado y con buenas intenciones. No obstante, el tono demasiado melodramático aleja al espectador que no quiera excesos.
Martín Cuervo debuta como director de largometraje con una mezcla de géneros llevada con acierto, unos actores más que eficaces y una propuesta arriesgada en cuanto al tratamiento de espacio, pero con buen resultado.