
Jon Wright regresa a la pantalla con la adaptación musical de la célebre obra de teatro escrita por Edmond Rostand, y liderada por un espléndido Peter Dinklage que revive un film, en ocasiones, demasiado meloso y azucarado.
Jon Wright regresa a la pantalla con la adaptación musical de la célebre obra de teatro escrita por Edmond Rostand, y liderada por un espléndido Peter Dinklage que revive un film, en ocasiones, demasiado meloso y azucarado.
La reentrada de Batman en la gran pantalla se revela como una apuesta sólida por la acción y dramatismo oscuro, mientras hace un retrato cercano de las personas que perpetran el mal y de las que lo sufren.
Este retrato de un pequeño pueblo de Kosovo tras la guerra puede resultar duro al inicio. No obstante, la realización y las interpretaciones logran un resultado optimista que homenajea a las mujeres trabajadoras.
Farhadi elabora un relato, de nuevo brillante, donde anhelos personales y retratos sociales se mezclan con habilidad, drama y belleza. Su cámara domina el espacio y los rostros, así como invita a la reflexión moral.
Ainbo y sus dos espíritus guía se unen en un viaje épico para acabar con la maldición de toda una aldea. Este film retrata importantes valores como la amistad, la superación de la muerte o el crecimiento personal y espiritual.
Flee es un documental animado que profundiza en las secuelas de un refugiado a través de una entrevista. La trama de autodescubrimiento queda interrumpida por momentos, pero es eficaz a la hora de mostrar la dureza de la huida.
Este remake de un título francés es un drama resuelto con humor, que se cobija a la sombra de la discapacidad y que luce con frescura y orgullo su apuesta por la familia.
El cine de Paul Thomas Anderson regresa con viraje hacia lo aparentemente trivial para mostrar algo que no lo es: cómo cada época contiene sus transformaciones y sus jóvenes susceptibles al amor y a forjarse una identidad.
Comedia de corte impecable, ingenuo y refrescante que nos hace esperar con ansia todo lo que la directora, Sonia Liza Kenterman, enhebre con su cámara. Excelente también su actor protagonista.
Con excesiva longitud y con maestría en no pocos pasajes, el film de Hamaguchi habla con sugerencia de las heridas personales. La metáfora del coche y de la obra de teatro completan la fuerza de su trama.