
Esta propuesta de animación echa una mirada crítica, aunque algo superficial, a la hipertecnología que nos invade. También, a través de unos personajes simpáticos, habla de la marginación social en el colegio.
Esta propuesta de animación echa una mirada crítica, aunque algo superficial, a la hipertecnología que nos invade. También, a través de unos personajes simpáticos, habla de la marginación social en el colegio.
Esta comedia de los Foenkinos aborda, en un tono ligero y desconectado de sus efectos reales, las diversas fantasías sexuales de los protagonistas. Con un buen elenco, tiene altibajos narrativos.
Aunque el detonante es el histórico terremoto de Tokio en 2011, esta película aborda, con precisión, un conjunto de cuestiones y dramas vinculados con la ética de las decisiones en nuestro día a día.
Desde Japón llega otro drama adolescente con un esquema repetitivo, pero que destaca por su gran optimismo. Con una animación característica del cine oriental, es una apuesta positiva por la vida.
Micha Lewinsky dirige una comedia romántica cuyos encantos quedan relegados por la confusión del contexto político. Aunque cuenta con interpretaciones impecables, el resultado es ineficaz.
Martín Cuervo debuta como director de largometraje con una mezcla de géneros llevada con acierto, unos actores más que eficaces y una propuesta arriesgada en cuanto al tratamiento de espacio, pero con buen resultado.
Esta nueva propuesta cómica sobre intercambio de cuerpos en el seno de una familia tiene pasajes divertidos. No obstante, los clichés, la vulgaridad y un fracasado didactismo la alejan de ser redonda.
Lo que podría haber sido una película con sentido del humor, sencilla y previsible con aire de nostalgia pero eficaz, se ha quedado en un tumulto de simplicidades y en un gran desperdicio de recursos.
Agnieszka Holland construye un relato atrayente e interesante, muy bien interpretado y ambientado, pero basado en un guion sin ritmo definido y autodestructivo en su segunda mitad.
La esperada secuela de los personajes de Beatrix Potter mantiene un impecable nivel ténico y visual, además de algún pasaje brillante. Pero se acomoda en una narración demasiado poblada y algo descuidada.