
El debut de Elsa Amiel traslada a la gran pantalla el universo excéntrico de los culturistas. Gracias a una fotografía sugerente, la audiencia se sumerge en la dureza de ese estilo de vida que deja una sensación desagradable.
El debut de Elsa Amiel traslada a la gran pantalla el universo excéntrico de los culturistas. Gracias a una fotografía sugerente, la audiencia se sumerge en la dureza de ese estilo de vida que deja una sensación desagradable.
La cuarta temporada de Stranger Things mantiene el encanto y el buen nivel del inicio aunque esta vez con un tono más adulto, ya que madura a la vez que sus protagonistas. El éxito de los Duffer sigue apostando por la amistad y el trabajo en equipo.
Michael Keaton es un perfecto protagonista en una biografía correcta sobre el abogado que trabajó el fondo de compensación a las víctimas del 11S. El film plantea cuestiones complejas y cuenta con personajes bien definidos.
A pesar de que se esfuerza por parecerlo, After no es una historia romántica para adolescentes, sino una sucesión de escenas eróticas edulcoradas. Esta secuela es una propuesta anodina con diálogos vacíos.
La biografía de James Brooke despierta el interés en su figura y cuenta con una gran recreación de la época. De todas maneras, la ejecución deja que desear a causa del desequilibrio del guion, la trivialidad y la violencia.
El film de Christoffer Boe narra un conflicto matrimonial duro y utiliza en demasía algún recurso estético. Pero todo ello se salva gracias la esperanza que se consigue entrever en la segunda parte que deja un buen sabor de boca.
La creación de Quoc Dang Tran llega como una grata sorpresa a Disney+. Inocente, amable, magnética y conmovedora, atrapa al espectador desde el inicio y le proporciona una temporada con acción y misterio.
Esta colección de capítulos breves merece destacar entre tanta oferta trivial de la pequeña pantalla. Es una temporada amable, sencilla, y con unos protagonistas encantadores que enseñan valores a los más pequeños.
La película de Disney para verano no tiene grandes defectos, pero tampoco es un producto estrella. Mezcla comedia, acción, aventuras, un relato sencillo, un buen elenco y buena producción. Lo justo para gustar sin apabullar.
Colores pastel, purpurina, música y gatitos llenan esta serie de alegría y algunos excesos. En 25 minutos, su público puede aprender canciones, historias, recetas o manualidades mientras ayuda a Gabby y sus amigos a resolver un conflicto.