El mundo parece un colador. Cada cierto tiempo aparece un sumidero por el que todo lo que cae acaba en una época remota. Podemos entrar y disfrutar la serie si no le damos muchas vueltas.
Liderado por un reparto magnífico, Louis Garrel propone un film que transita por distintos géneros. En su agilidad y riqueza formal se oculta una entretenida historia de amor sobre los límites de este.
Marina Seresesky narra una historia a ritmo de tango que, entre drama y comedia, habla sobre amor, amistad y recuerdos. El relato transcurre entre primeros planos, con humor y un toque de ironía.
Entretenida y ágil para los amantes de las series de acción, espías y líos a resolver. Engancha por su buen ritmo y algunos giros interesantes en el guion.
Surrealista y salvaje, consigue sacarnos alguna que otra carcajada. Puro entretenimiento sin pretender ser algo más que una comedia con toques de terror absurdos. Lo irrisorio de la historia es que está basada en hechos reales.
Tin y Tina mantiene una estética cautivadora de los años 80 y las interpretaciones van in crescendo durante la cinta. Carece de agilidad y recuerda a otras producciones pese a su inocente humor y su original puesta en escena.
Intenso drama que se desarrolla con naturalidad y del que se pueden extraer importantes reflexiones. Retrata una operación que llega hasta lo más profundo de los anhelos humanos.
La última película de Agustí Villaronga puede que no sea la que se esperaba de él, pero es una obra vitalista que provoca una sonrisa. A pesar de sus imperfecciones, es un largometraje luminoso e inocente.
Line Renaud y Dany Boon forman un encantador dúo protagonista de esta road movie que tiene humor, drama y diálogos importantes. Su carrera en taxi da algún giro que probablemente sorprenda al público.
Álvaro Gago continúa su cortometraje homónimo en un debut de denuncia social que deja lugar también para el humor y la ternura. Con una actriz protagonista magnética, hace un buen retrato de la situación laboral.