
Pietro Marcello vuelve a una adaptación literaria en su nueva poética y bucólica obra. Narra una historia de amor con una hermosa fotografía que resalta la esperanza como uno de los pilares de la vida.
Pietro Marcello vuelve a una adaptación literaria en su nueva poética y bucólica obra. Narra una historia de amor con una hermosa fotografía que resalta la esperanza como uno de los pilares de la vida.
Álvaro Gago continúa su cortometraje homónimo en un debut de denuncia social que deja lugar también para el humor y la ternura. Con una actriz protagonista magnética, hace un buen retrato de la situación laboral.
Ruben Östlund articula una crítica muy divertida sobre la alta esfera social y el capitalismo extremo. Aun con escenas acertadas, el film resulta grotesco e irregular por momentos, lo que puede desalentar a cierto público.
Con un argumento que peca de críptico, la película apuesta por una estética noir y montaje excelente. El espectador irá desentrañando los misterios que giran en torno a la vida de Sore a la vez que el protagonista.
Koreeda firma otro título emotivo con excelentes actores que realza a la familia. La película es delicada con un debate controvertido alrededor de los derechos de los bebés, la maternidad y la responsabilidad.
Pese a su intento de ser profunda y enrevesada, Los cinco diablos es un film simple y que tiende a la fantasía. No obstante, sus actuaciones y la dirección sacan a flote la película haciéndola disfrutable.
El humor negro y absurdo moldean esta comedia noruega como un relato valiente que celebra las rarezas. La gran interpretación protagonista y una ambientación lograda acompañan la propuesta original.
El film no es un homenaje a Bergman ni pretende imitar su obra. Es cine dentro del cine, con una segunda trama que rompe el ritmo sin aportar nada. Al final deja la sensación de estar perdida en sus reflexiones.
La utopía que pretende vivir una familia de Beirut articula un drama doméstico alrededor de una crisis ecológica. Su mayor virtud es la naturalidad de su elenco y el encanto con el que están construidos sus personajes.
Con un clima semi documental, la segunda película de Carla Simón se convierte en una detallada mirada a un modo de vida que se va, mientras hace justicia a las personas que lo protagonizan.