
La decisión de contratar a un jubilado para entrenarlo como espía provoca situaciones hilarantes a la vez que afectuosas. Sin llegar a ser un documental al uso, la película expone la situación que se vive en las residencias de ancianos.
La decisión de contratar a un jubilado para entrenarlo como espía provoca situaciones hilarantes a la vez que afectuosas. Sin llegar a ser un documental al uso, la película expone la situación que se vive en las residencias de ancianos.
Thomas Vintherberg regresa con un relato sobre la confianza en uno mismo y la capacidad de control. Mientras rodea zonas ambiguas con una gran fuerza narrativa, deja el peso de la reflexión al espectador.
El intento de mezclar muchos temas, sin relación entre ellos, con resultado satisfactorio era casi tan difícil como que nieve en Benidorm. Por eso, a pesar del reparto, en general la cinta resulta confusa y se hace un tanto larga.
Andrea Fandós encandila con su actuación en una cinta que pone de manifiesto las carencias en la educación sexual de los 90 en España. La ambientación está muy cuidada y evoca cierta nostalgia.
Entre el documental y la ficción, Monos es un intenso y duro testimonio sobre ocho adolescentes que se preparan para ser soldados de la guerrilla colombiana. Pero, a pesar de la brillante dirección, a la historia de los personajes le falta recorrido.
El segundo largometraje del joven Balagov es una interesante mirada a la devastadora situación del Leningrado post segunda Guerra Mundial. La mirada hacia la mujer, la sociedad y la maternidad se hace con fuerza visual.
Eduard Fernández y su hija Greta interpretan a un padre y una hija con una relación dolorosa en una historia honesta que desprende mucho sentimiento y retrata a las mujeres que luchan por salir adelante.
Yvan Attal presenta una propuesta muy conectada con los deterroteros contemporáneos de muchas familias. Nada original en las formas, su sinceridad desoladora es su punto más destacable.
Casey Afleck produce y presenta, desde varios frentes, una singular película de esas que aprovechan un mundo devastado para expresar lo mejor y peor del ser humano. Bien escrita, dirigida e interpretada.
Cuento irreal con verbena de fondo pero sin diversión alguna. Jonás Trueba deja sin hilvanar unos cuantos aspectos de su propuesta.