Mike Leigh retorna con una adaptación histórica. La importancia política y social de lo que relata y la fuerza de su manera de rodarlo convierten el film en un metraje tan largo como sugerente.
Jenny Gage se estrena con una película que endulza y da razones para seguir usando a la mujer adolescente como un objeto. Estamos ante el arranque de una saga de adaptaciones de una historia tóxica.
Un musical de animación con un bonito mensaje contra el acoso y la discriminación. Está lleno de canciones alegres y personajes divertidos.
Una comedia romántica que rescata a dos estrellas de los años 90, para ponerles frente a un guion que los engulle a palabras y les deja con pocos recursos frente a un espectador que acaba atolondrado y, seguramente, poco satisfecho.
Julianne Moore es una estrella sobre el escenario, acompañada por un multicultural reparto, en un relato que quiere condensar temas muy variados bajo una banda sonora excelente.
Un film que vuelve a recordar al espectador la lacra que supone la droga para cada persona y su familia. Con un estilo sencillo y directo, la película apuesta por llegar a espectadores muy diversos.
Willem Dafoe interpreta uno de los mejores papeles de su carrera, en un film que rinde homenaje al genio neerlandés recorriendo, desde su mirada, los paisajes que le inspiraron su obra.
Estos 100 minutos muestran el corto, aunque interesante, episodio del cambio de coronas francesas y españolas. Pero lo hacen sin centrarse en el tema histórico sino en su faceta más íntima y personal.
Una comedia de lenguaje vulgar y muy convencional para pasar el rato. Sin embargo, esconde un mensaje a favor de la maternidad que da algo de esperanzas al film.
Una mezcla de géneros y una mezcla de tonos que sabe encajar bien los apuntes peculiares de risas, melodías y drama, mientras sobrevuela una crisis de pareja.