La animación peruana nos transporta a su mundo mitológico de la mano de dos niños en proceso de duelo. La calidad visual y narrativa no están a la altura del mensaje positivo y profundo que transmite.
Las archiconocidas tortugas mutantes regresan a la gran pantalla con un reinicio refrescante. La película pone el foco y saca provecho de aquello que los cuatro hermanos siempre fueron a parte de héroes: cuatro adolescentes.
Aunque llena de clichés y elementos muy manidos, la película consigue ser una correcta pieza de entretenimiento veraniego. El cómico reparto, liderado por un gran Xolo Maridueña, ayuda a sostener los flecos del resto del conjunto.
Titina utiliza una animación y una banda sonora que sorprenden gratamente. Sin embargo, su diversidad de focos y la libertad con la que retrata hechos reales provoca cierta pérdida de interés.
Esta secuela del fantasma menos aterrador del mundo se presenta como una apuesta irregular y previsible. Pese a valiosos mensajes y una construcción ambiental correcta, ni la historia ni la puesta en escena se lucen ni destacan.
Épica y entretenida historia real tanto para los fans del videojuego como para el público general. Aun así, en dos horas largas quiere abarcar demasiado y se arriesga a perder interés.
Un oso y una ratita nos hacen ver el valor de la música en nuestra vida. Con una animación tradicional, la película nos muestra una conmovedora e inteligente historia sobre la familia y la libertad.
Este film animado se parece a muchos otros que existen para el público infantil. Narra una historia muy sencilla, con suficientes colores y a buen ritmo, en la que resalta el importante papel de la familia y amigos.
Elemental es una maravilla de animación con personajes originales y escenarios de ensueño que confirman la maestría técnica de Pixar. En cambio, su historia resulta más simplona, pero igualmente emocionante.
Un título diferente que combina con gran maestría la temática del acoso escolar con el género del survival horror.