
Joachim Lang documenta con diálogos reales y material de archivo una de las mayores estrategias de propaganda. Con un montaje fascinante, la película es aterradora y refleja una realidad que podría repetirse.
Joachim Lang documenta con diálogos reales y material de archivo una de las mayores estrategias de propaganda. Con un montaje fascinante, la película es aterradora y refleja una realidad que podría repetirse.
Este homenaje al Abbé Pierre es un tanto largo, pero retrata con eficacia la lucha contra la miseria que llevó a cabo el clérigo. Su actor protagonista encarna con fuerza al que fue la “voz de los sin voz”.
Eduard Fernández protagoniza de forma desbordante e hipnótica este retrato sobre un embaucador que abre un espacio para indagar en torno a temas como la verdad, la mentira o la memoria histórica.
Un biopic sobre los ocho años de presidencia de Reagan que, pese a una correcta realización alternada con flashbacks, se excede en el uso del maquillaje y en su manifiesta actitud laudatoria.
La escapada de un hombre de 90 años de su residencia para asistir a un viaje de veteranos de guerra es el cierre perfecto para las carreras de Michael Caine y Glenda Jackson. Es una propuesta amable y dulce.
A pesar del buen trabajo interpretativo y de ambientación, el film ofrece un análisis desequilibrado y apresurado de un personaje controvertido. Sin perspectiva ni documentación, parece un ejercicio de propaganda.
Un trágico acercamiento biográfico a la figura de Hildegart Rodríguez al estilo de los actuales true crimes. A pesar de su falta de sutileza puntual y su cambio de tono, queda una propuesta adulta interesante sobre la que poder discutir.
Eduard Fernández lidera un reparto que con sus actuaciones honestas conmueven al público. El film narra una historia inspiradora sobre el autobusero que secuestró la línea 47 en un acto reivindicativo.
Léa Domenach propone una ópera prima que rehúye el encorsetamiento general del biopic. Con cautela, agilidad y un maravilloso dúo protagonista, es una propuesta digna de ver.
El largometraje de Edoardo De Angelis es un episodio histórico, con una factura visual y un reparto loables, pero insuficiente como para mantener el interés durante dos horas de épica vacía y grandilocuente.
Avisos