1945 es una inteligente película sobre los devastadores efectos de la II Guerra Mundial en una pequeña comunidad húngara. El film está rodado y estructurado para suscitar interés, aunque pesa en exceso una visión pesimista de la existencia.
Nominado al Óscar como mejor película extranjera, este drama judicial no sobresale ni innova, ni tampoco pretende destronar a otros del estilo, pero consigue bastante profundidad y jugo para un buen debate sobre la moral y el juicio.
María, una joven judía de Magdala, no está conforme con el matrimonio que ha concertado para ella su familia. Cuando oye hablar del Rabí Jesús de Nazaret, acude a verle y encuentra en su mensaje lo que estaba buscando en su interior.
Una propuesta coherente con lo que cuenta, ya que es plana como su personaje y no quiere ahondar más allá de los hechos que narra. El resultado es tan soberbio como Bardem y tan exuberante como Pe.
Un film que mezcla la investigación periodística con la búsqueda de una verdad más que trascendental para el ser humano. Sin conseguir grandes cotas de acierto narrativo, la película resulta eficaz y convicente.
Una americanada que nos habla de algo muy profundo; la segunda oportunidad que te brinda la vida.
Samu Fuentes debuta con un relato sobre el instinto masculino en un entorno agreste, solitario y agresivo. Más que solvencia en la dirección y fotografía y falta de perspectiva y pudor en el encuadre de lo atávico.
Una road-movie sobre la amistad en tiempos de post-guerra y sobre la pérdida, que contiene momentos veraces y otros que se pierden en la futilidad y verborrea.
Marc Recha retorna a la gran pantalla con un relato nuevamente intimista y marcado por los jóvenes protagonistas.
Gerwig debuta en solitario como guionista y directora en un film con varios rasgos autobiográficos y muy en la línea de su tono indie, desenfadado, cómico y dramático.