
La segunda parte de las aventuras de unos niños en un tren es bastante parecida a la original, aunque con menos frescura. A pesar de su simpleza, conforma una propuesta amable para pasar un rato divertido.
La segunda parte de las aventuras de unos niños en un tren es bastante parecida a la original, aunque con menos frescura. A pesar de su simpleza, conforma una propuesta amable para pasar un rato divertido.
Matthew Vaughn regresa con una nueva y estrambótica propuesta de espionaje. Un film entretenido con mucha acción y escenas paródicas de combate, pero con excesivos giros de guion que la desinflan.
La ópera prima de James Ashcroft es un thriller efectivo, con interpretaciones magistrales, que consigue hacer pasar un mal rato. Ambientado en parajes idílicos de Nueva Zelanda, aborda más contenido moral del que parece.
A pesar de que se esfuerza por parecerlo, After no es una historia romántica para adolescentes, sino una sucesión de escenas eróticas edulcoradas. Esta secuela es una propuesta anodina con diálogos vacíos.
El debut de Júlia de Paz es una exposición cruel e incómoda, sin idealizaciones, acerca de la maternidad. El reparto es sobresaliente, pero los movimientos de cámara y los sentimientos negativos conforman un film molesto.
Santiago Segura regresa con su propuesta cinematográfica cómico-familiar del verano. Menos sólida y blanca que sus dos predecesoras, mantiene el interés y entretiene, en especial la trama de adultos.
Un tema reincidente pero que no defrauda. El film, no solo expone las atrocidades de la guerra y las verdades tabú de esta, sino que deja el foco en cómo se vivió en los pueblos desde la perspectiva de los civiles.
A pesar de ofrecer valiosas lecciones, el enfoque polémico de algunos temas y un montaje fácilmente mejorable, hacen de este documental una pieza poco interesante para todo aquel que no comparta sus valores.
La ópera prima de David Pérez Sañudo es una película que explora cómo puede afectar un conflicto social en una familia, a la vez que aborda asuntos como la búsqueda de identidad o la importancia de la comunicación.
Una excusa con la que ofrecer sexo “apto” para adolescentes en la gran pantalla. Un film carente de argumento, donde los personajes secundarios están de relleno y no vemos más que escenas sexuales, enfados y reconciliaciones.