
Robin Wright debuta como directora en la gran pantalla con una película que también protagoniza. El film es un viaje emocional visualmente muy potente, a pesar de que su ritmo, a ratos, resulta demasiado lento.
Robin Wright debuta como directora en la gran pantalla con una película que también protagoniza. El film es un viaje emocional visualmente muy potente, a pesar de que su ritmo, a ratos, resulta demasiado lento.
Llega una nueva entrega de la saga inspirada en la vida de Ed y Lorraine Warren. Esta vez, el film retorna, parcialmente, a cómo su primera entrega trabajó lo argumental, narrativo y la capacidad para suscitar terror.
La proeza de un joven para sobrevivir a la crueldad nazi no destaca entre los existentes films sobre la Segunda Guerra Mundial, pero cuenta con una excelente interpretación de Nahuel Pérez Biscayart que vale la pena disfrutar.
Un reparto veterano da vida a varios personajes que reaccionaron ante la dictadura militar de Uruguay de modos diversos. Con una factura técnica irreprochable, la cinta retrata una situación dura con un exceso de melodrama.
El escritor Joann Sfar adapta su obra al cine manteniendo el dibujo original. El pequeño vampiro y sus amigos encandilarán al público (sobre todo al infantil) con sus simpáticas aventuras y sus divertidas conversaciones.
En un intento bienintencionado de reflejar la dura vida de un joven basquetbolista de padres asiáticos que navega entre la cultura occidental y oriental, Érase una vez en Queens, no pasa de ser una película poco original y llena de clichés.
La propuesta combina la clásica premisa del intercambio de cuerpos, escenas típicas de una trama adolescente y un reparto destacable, a través de una comedia negra con elementos del terror de antaño.
La cuidada ambientación trágica en la Colombia de la segunda mitad del siglo XX no impide que la biografía de Héctor Abad conforme una película con mucha luz, en la que destaca la magnífica interpretación de Javier Cámara.
Johnny Depp protagoniza y produce una película que denuncia y recuerda la catástrofe humana y medioambiental de Minamata. Con el valor de los hechos y las intenciones, el film cae en excesos expositivos.
Earwig y la bruja es una decisión arriesgada de Studio Ghibli que pasa sin pena ni gloria debido a la simplicidad de su trama y se sostiene gracias al carisma de la protagonista, muy parecida a otros personajes de la compañía.