
La ópera prima de Natalie Morales es un film conmovedor y agradable de ver. El elenco hace un gran trabajo con su naturalidad y el resultado es un producto original y esperanzador que llena de optimismo.
La ópera prima de Natalie Morales es un film conmovedor y agradable de ver. El elenco hace un gran trabajo con su naturalidad y el resultado es un producto original y esperanzador que llena de optimismo.
Living nace al unir las aportaciones de varios genios: una sugerente historia, actuaciones de calidad y una recreación de época magistral. Invita a reflexionar sobre nuestros años en la tierra.
El intento de construir un relato grandilocuente sobre el amor y la complicación de la vida se queda en una pobre y confusa ojeada a la desorientación (también narrativa) de una treintañera.
Pilar Palomero nos regala una preciosa adaptación llena de luz y humanidad. Con una realización medida y cercana y unas destacadas interpretaciones, la historia es un abrazo certero al corazón y nos hace reflexionar con esperanza.
Con altibajos en la cohesión dramática, con un argumento cargado de sobresaltos morales, pero con una actriz sólida como protagonista y una ambientación excelente, así es esta mirada a Tammy Faye.
Este nostálgico film carece de tensión y su mensaje merecía más corrección. No obstante, deja una sensación final positiva y logra un retrato evocador de sus personajes y la crisis que retrata.
Belén Rueda protagoniza una divertida comedia con un guion y unos personajes bien definidos. El elenco aporta naturalidad y ayuda a remarcar los diferentes mensajes que transmite la cinta a lo largo del metraje.
Con una buena fotografía y unas actrices creíbles, Santi Amodeo construye un retrato sobre la adolescencia de la generación Z. A pesar de que describe una salvajada, es una imagen verídica de la trampa de las redes sociales.
Live is life es un título ideal para ver en familia durante el verano. Es un homenaje brillante a la vida y a los amigos, con mucho corazón, que despierta nostalgia hacia la juventud pasada y anima a no perder la esperanza.
A pesar de un inicio prometedor, el film va perdiendo efectividad a medida que avanzan las conversaciones en una cabaña del bosque. Parecía que Shyamalan iba a ofrecer más sorpresas de las que realmente quedan en pantalla.