Un difuso drama social que intenta ser comedia por momentos, aunque no lo logra. Pese a la representación de relaciones sanas y el planteamiento de importantes temas, se dispersa demasiado y pierde fuerza.
El dúo Nakache-Toledano vuelve con otra propuesta que, a través de la comedia, retrata una realidad social concreta. Su largometraje relata una historia simpática y divertida que hará sonreír al público.
Una película más de denuncia social ante las injusticias laborales, con un buen equipo, pero un tono muy sombrío, además de escenas lascivas que, sin aportar nada, contribuyen junto con la simpleza y el sentimentalismo a la inverosimilitud de la historia.
A partir del relato autobiográfico de Marguerite Duras, se teje un film que habla de la angustia y confusión de una espera. Algunos recursos narrativos detalan su origen literario y restan dinamismo.
Aram, un joven de origen armenio, hace explotar el coche del embajador de Turquía en París. En ese momento, un ciclista que pasaba por allí […]
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