
Una desconcertante y disfrutona comedia dramática que sorprende con su premisa, entretiene en su realización y se sostiene con buenos secundarios. No apta para todos, si uno se queda en la superficie puede resultar absurda.
Una desconcertante y disfrutona comedia dramática que sorprende con su premisa, entretiene en su realización y se sostiene con buenos secundarios. No apta para todos, si uno se queda en la superficie puede resultar absurda.
Erice estrena su cuarto largometraje treinta años después de El sol del membrillo. A sus ochenta y tres, el cineasta vasco vuelve en plena forma, con su personal estilo autoral en una película sobre la memoria y la identidad.
Sorogoyen se adentra en un thriller político sobre corrupción que nos suena a conocido. Buen ritmo, a veces demasiado impostado por la banda sonora y la realización, y excelentes actores.
Esta especie de parodia de la interacción entre las relaciones amorosas y leyes físicas carece de fluidez y de gracia.
Carmen disfruta de una vida tranquila con Carlos, pero parece que este tiene algún que otro problema con el primo de su mujer. El susodicho […]
Berenguer es un chico que sueña con ser actor, a pesar de la oposición de su familia y de la dificultad de encontrar trabajo. Todo […]