Un drama de lugares comunes y una realización un tanto anodina. Pese a la correcta ambientación, es gracias a los temas abordados por lo que acaba destacando.
La película promete una serie de contextos, miradas y elementos que se pierden en una amalgama de tramas desorientadas, un enfoque extraviado y una inexistente razón de ser. Una desconcertante y tediosa experiencia.
Sea leyenda o realidad, en esta tragedia palaciega, protagonizada por la misma codirectora de la película, la reina Zaphira es la mujer que lucha hasta la muerte contra los insurrectos de Argelia en el siglo XVI.
Mi crimen es un gran producto de entretenimiento que aborda diferentes materias, avanza a ritmo ágil y capta la atención de la audiencia. Es una comedia con humor afinado y personajes cautivadores.