Original adaptación de un cuento infantil italiano en animación 2D. Empieza como un relato para niños y termina con moraleja para adultos. Puede que entretenga a los más pequeños y guste a quien le interesen las novedades de este género.
El envoltorio con el que se presenta la última película de Brian De Palma –un veterano director, actores de Juego de tronos y la fotografía del maestro Alcaine– no logra disimular una trama de suspense mal tejida desde el principio.
DC retoma el personaje de Harley Quinn donde lo dejó su anterior película Escuadrón suicida (2016). Y ofrece un colorido y confuso desconcierto visual y narrativo, cargado de papeles femeninos, acción y violencia.
Comedia de espías protagonizada por dos cómicos experimentados (Dany Boon y Philippe Katerine). Aunque parte de una buena premisa, está contada de una forma tan pedestre que, lamentablemente, no tiene ninguna gracia.
Terror de producción española inspirado en hechos reales ocurridos en el madrileño barrio de Malasaña en los años 70. Una propuesta solvente para los amantes del género que no sean demasiado exigentes.
Disney sigue explotando su cantera para un nuevo –y no tan nuevo– espectador. Aladdin es un espectáculo de música, colorido y efectos especiales con un Will Smith que encarna la comedia en torno a la que gira toda la película.
Pequeña joya en 2D sobre cómo el director aragonés, padre del Surrealismo cinematográfico, rodó el documental Las Hurdes. Tierra sin pan.
DC vuelve con un nuevo superhéroe, un adolescente en forma de adulto, con mucho humor, acción y un cierto giro novedoso al género.
Pequeña película protagonizada por Ron Perlman que supera las expectativas iniciales. Acción, gángsteres en horas bajas y nuevas oportunidades vitales son los principales alicientes.
El famoso cantaor gitano que, con una guitarra y dos palmeros, llevó la rumba catalana por todo el mundo, llega a la gran pantalla a través de los recuerdos de su familia.