
Es muy complicado hallar una explicación con sentido al porqué de esta película sobre Jeanne du Barry. Aunque Johnny Depp sirve de gancho para atraer al público, el visionado resulta en una pérdida de tiempo.
Es muy complicado hallar una explicación con sentido al porqué de esta película sobre Jeanne du Barry. Aunque Johnny Depp sirve de gancho para atraer al público, el visionado resulta en una pérdida de tiempo.
Un debut poco acertado que deja un film tedioso y con temas demasiado vistos y tratados superficialmente. La ambientación conseguida y el desenlace despuntan como los únicos elementos positivos.
La historia es de una absoluta vulgaridad humana, puesta en boca de perros, y una enfermiza obsesión en torno al sexo. La constante reiteración de lo grosero y lo chabacano buscan hacer reír, sin éxito alguno.
El parque temático de espectáculos históricos Puy du Fou produce esta película para contar la otra cara de los hechos ocurridos durante la Revolución francesa. Intensa, teatral y dirigida a los amantes de la historia.
En este thriller dramático prácticamente todo el peso recae en las interpretaciones de los cuatro actores protagonistas. El film cuenta una historia original que, con sus deslices, se disfruta.
La quinta entrega de esta saga sigue confundiendo a las adolescentes soñadoras con amores eternos basados en la mentira de la ficción. Mucho sexo y pocas nueces.
A través de la justicia restaurativa, delincuentes y víctimas logran la oportunidad de dialogar e inician el camino de la curación emocional. Una historia discreta que transmite un poderoso mensaje de esperanza.
La terrorífica monja vuelve de nuevo; parece que para cerrar su capítulo y dejarnos con ganas de más y mejor terror. La historia no está a la altura del resultado, pero logra su objetivo de entretener.
Aparente thriller que abre la puerta a tratar un tema peliagudo como la pederastia en la iglesia. Sin embargo, cae en una serie de tópicos, en una superficialidad y en un torpe guion que la dejan en una propuesta vacía.
La propuesta de Quentin Dupieux es una comedia absurda y surrealista muy difícil de explicar, porque carece de sentido. Y, a pesar de todo, consigue divertir e incluso provoca carcajadas.