
Una producción alemana que confronta a buenos y malos en un escenario de robos, bandas, ansias de poder, codicia y violencia sin tapujos.
Una producción alemana que confronta a buenos y malos en un escenario de robos, bandas, ansias de poder, codicia y violencia sin tapujos.
Esta comedia romántica, dirigida por Meg Ryan, resulta tediosa y descafeinada. Tanto la realización como el guion dejan todo excesivamente subrayado y convierten el conjunto en algo artificioso, sin gracia.
Este drama vengativo y doloroso deja con mal cuerpo, pero hace reflexionar al espectador. A lo largo de esta historia de reencuentros, Darío Grandinetti y Patricia López Arnaiz sobresalen en sus actuaciones.
A pesar de sus toques de comedia y sus guiños adolescentes, este relato más adulto que juvenil se desarrolla entre la oscuridad del terror y la magia dela fantasía.
En el Instituto Voltaire, chicos y chicas comparten aulas por primera vez. Adolescentes y adultos protagonizan una colección de dramas que atrapan y conmueven, pero están presentados con un maniqueísmo que les resta credibilidad.
Rivales se conjuga como un duelo a tres bandas. Un guion elevado por la mirada de Guadagnino, el trío protagonista y la música estimulante. Tras ella, quedan reflexiones interesantes, sobre todo en torno a la amistad.
Polanski tropieza con su última película. Una sátira exagerada y sin humor que desilusiona a los seguidores.
Una aventura completa y correcta de tono adulto que no innova excesivamente.
Un thriller distópico que se siente terroríficamente real. Un retrato político y antibelicista que también se cuestiona sobre los límites morales humanos y, sobre todo, periodísticos.
Brillantes diálogos e interpretaciones. Una muestra de la importancia de las palabras y diez minutos de original exposición de las debilidades y las fortalezas humanas.