
El cine de Paul Thomas Anderson regresa con viraje hacia lo aparentemente trivial para mostrar algo que no lo es: cómo cada época contiene sus transformaciones y sus jóvenes susceptibles al amor y a forjarse una identidad.
El cine de Paul Thomas Anderson regresa con viraje hacia lo aparentemente trivial para mostrar algo que no lo es: cómo cada época contiene sus transformaciones y sus jóvenes susceptibles al amor y a forjarse una identidad.
Una película madura y brillante, sembrada de emoción y violentamente honesta que, en ningún caso, debe pasar desapercibida. El cine nos llama. Acudan en masa.
Oscar Isaac es la mayor virtud de un film con excesiva violencia explícita, que transmite eficazmente el sentimiento de culpa del pasado. A pesar de ello, el guion no encuentra la dirección adecuada y deja gran sensación de vacío.
La secuela de ¡Canta!, el largometraje de animación que se estrenó en 2016 con gran éxito, es una entretenida comedia al más puro estilo karaoke donde destacan las actuaciones musicales y los paisajes fascinantes.
El musical que triunfó en Broadway se convierte ahora en una película. Sus canciones acompañan un argumento que reflexiona con tino sobre la salud mental en la adolescencia y la importancia de la familia.
Belén Rueda protagoniza una divertida comedia con un guion y unos personajes bien definidos. El elenco aporta naturalidad y ayuda a remarcar los diferentes mensajes que transmite la cinta a lo largo del metraje.
El paseo por la historia reciente de la familia Gucci y su marca de moda de lujo se convierte también en un llamativo recorrido por numerosas pasiones del ser humano. Scott dirige con buen pulso a un sólido elenco.
Edgar Wright sigue en su misma línea con un largometraje marcadamente estético, explosivo y cuidado. Aunque su trama es más convencional, las actuaciones y la banda sonora resultan insuperables.
Edgar Wright dirige la historia del grupo de rock más influente de los últimos tiempos. Un homenaje a Sparks que sobresale de lo normativo y que cautiva tanto a los fieles seguidores como a los recién llegados.
La saga de terror que arrancó a finales de los 70 retorna con sus dos estrellas: Jamie Lee Curtis y el enmascarado Michael Myers. El resultado no dista mucho de la reiteración violenta y absurda de las predecesoras.