
Esta adaptación de la familia Addams pierde parte de su esencia, aunque no abandona del todo la excentricidad característica. Es una propuesta divertida, dirigida a todos los públicos, con música actual y una animación original.
Esta adaptación de la familia Addams pierde parte de su esencia, aunque no abandona del todo la excentricidad característica. Es una propuesta divertida, dirigida a todos los públicos, con música actual y una animación original.
El cierre de Daniel Craig en la saga de James Bond es magistral. Con la misma acción y elegancia de siempre, esta última entrega descubre una versión más personal del agente, cuenta con sorpresas y resulta conmovedora.
La mezcla de géneros configura una película larga (y a ratos descompensada y rígida), pero bastante completa de la vida de una de las mejores voces de la historia: la de la cantante y compositora Aretha Franklin.
El director, guionista y actor Justin Chon lidera un film de denuncia social, justificado y con buenas intenciones. No obstante, el tono demasiado melodramático aleja al espectador que no quiera excesos.
Tom McGrath dirige una divertida, alocada, ruidosa, extravagante pero muy efectiva secuela de bebé jefazo. Los nuevos personajes aportan dinamismo a la ya conocida trama.
M. Night Shyamalan dirige un nuevo thriller que nos traslada a un lugar paradisíaco. Sin ser excesivamente terroríficos, tanto guion como fotografía consiguen embaucar al espectador.
Quinto largometraje sobre la purga como expresión de las contradicciones y paradojas del racismo. Aunque se apunta, con acierto, hacia el miedo como motor de la violencia, la trama se sigue excediendo en crueldad y vísceras.
La novena entrega de esta famosa saga de coches tuneados reposa sobre los mismos elementos que la han llevado, durante dos décadas, a la gran pantalla. Eso sí, incluye alguna innovación bastante inverosímil.
Las nuevas aventuras de Spirit son tan disparatadas que no consiguen más que conformar un guion confuso, desequilibrado y decepcionante. Tampoco se salva la animación ni el mensaje didáctico.
Robin Wright debuta como directora en la gran pantalla con una película que también protagoniza. El film es un viaje emocional visualmente muy potente, a pesar de que su ritmo, a ratos, resulta demasiado lento.