
Hans Steinbichler adapta la novela de Robert Seethaler en una película tranquila y bella que permite deleitarse. Gran parte del éxito de esta historia reflexiva se debe al trabajo del protagonista Stefan Gorski.
Hans Steinbichler adapta la novela de Robert Seethaler en una película tranquila y bella que permite deleitarse. Gran parte del éxito de esta historia reflexiva se debe al trabajo del protagonista Stefan Gorski.
El film de Vasiliy Rovenskiy es una propuesta sencilla para el público infantil que cuenta con aventuras predecibles y unos protagonistas simpáticos. Se trata de un relato que ensalza la amistad y el compañerismo.
El film de Valérie Donzelli trata el tema de la violencia machista sin el cuidado ni la originalidad de otras propuestas similares. Ni el reparto ni el guion logran que la película llegue más allá de una propuesta de serie B.
Léa Domenach propone una ópera prima que rehúye el encorsetamiento general del biopic. Con cautela, agilidad y un maravilloso dúo protagonista, es una propuesta digna de ver.
Con una exquisita banda sonora, El concurso de piano sigue la preparación de un concierto a la vez que ahonda en el pasado de la protagonista, pero no acaba de profundizar en su psicología.
Una propuesta donde el humor transita comedidamente por lo que, en el fondo, es un drama familiar. Roces, secretos y acusaciones que nos hacen pensar, entre muchas cosas, en nuestros vínculos maternos.
Este angustioso largometraje pone el foco en una situación compleja, dura y violenta, más cercana de lo que se quiere percibir. La dirección de Agnieszka indaga en la angustia para no dejar a nadie indiferente.
Una amable película de animación destinada a hacer pasar un rato agradable. Sin gran complejidad en ningún aspecto, ofrece un visionado ameno para compartir en familia, especialmente con los más pequeños.
Una ópera prima con visibles carencias, pero cuya prudencia y contención permite disfrutar de un resultado acertado junto a interpretaciones solventes.
Una aburrida e indignante adaptación de la obra homónima de Vanessa Springora. La constante explicitud de las escenas y la contemplación equidistante de los hechos encumbran la decepción del conjunto.