Película de animación –con parte de documental– basada en la obra homónima del conocido periodista polaco Ryszard Kapuściński, sobre su viaje a la guerra de Angola en 1975.
Una animación divertida y musical sobre el conocido personaje del Yeti, aunque un poco enrevesada en su mensaje.
Un anime fantástico enfocado más a un público adolescente, pese a que su historia se adapte a todos los públicos.
Son pocas las veces que llegan a nuestras pantallas producciones animadas de calidad, con un punto de frescura y delicadas con la audiencia infantil. Este es el caso de Al aire, patos.
Una trama machacada y aburrida aunque realizada sin groserías y con valores de fondo.
La segunda parte de la exitosa película llega con la misma calidad visual y de guion que la predecesora. De nuevo, aporta optimismo, humor y luz sobre la familia y, ahora, además, sobre la conciliación en el hogar.
Una animación muy agradable que, a ritmo de música moderna, envuelve una historia sobre amistad y valentía.
Esta tercera entrega acelera el ritmo y sube decibelios para disimular las carencias de un guion que deja a los personajes algo desprovistos de su encanto original.
Una película animada sobre extraterrestres muy simpática y efectiva.
Una excelente adaptación de la novela de Jack London, que combina perfectamente técnicas clásicas y nuevas en lo visual y que destila un relato bello y profundo sobre el hombre y la naturaleza.