
El director, guionista y actor Justin Chon lidera un film de denuncia social, justificado y con buenas intenciones. No obstante, el tono demasiado melodramático aleja al espectador que no quiera excesos.
El director, guionista y actor Justin Chon lidera un film de denuncia social, justificado y con buenas intenciones. No obstante, el tono demasiado melodramático aleja al espectador que no quiera excesos.
El debut de Elsa Amiel traslada a la gran pantalla el universo excéntrico de los culturistas. Gracias a una fotografía sugerente, la audiencia se sumerge en la dureza de ese estilo de vida que deja una sensación desagradable.
Michael Keaton es un perfecto protagonista en una biografía correcta sobre el abogado que trabajó el fondo de compensación a las víctimas del 11S. El film plantea cuestiones complejas y cuenta con personajes bien definidos.
El segundo largometraje de Lara Izagirre cohesiona muy bien un argumento medido, un elenco verosímil y lleno de naturalidad, una fotografía y dirección artística eficaces y un final bien cerrado.
Divertida y atrevida a partes iguales, muestra la vida de barrio desde dentro, sin postureos ni idealizaciones. Cuenta con un casting espontáneo y fresco y un mensaje muy positivo sobre la amistad y el autoconocimiento.
A pesar de que se esfuerza por parecerlo, After no es una historia romántica para adolescentes, sino una sucesión de escenas eróticas edulcoradas. Esta secuela es una propuesta anodina con diálogos vacíos.
Esta colaboración entre Israel e Italia muestra la relación entre un padre y su hijo autista. Siempre contigo es un film para ver sin prisas que retrata de un modo muy tierno el reto que supone crecer.
La biografía de James Brooke despierta el interés en su figura y cuenta con una gran recreación de la época. De todas maneras, la ejecución deja que desear a causa del desequilibrio del guion, la trivialidad y la violencia.
El film de Christoffer Boe narra un conflicto matrimonial duro y utiliza en demasía algún recurso estético. Pero todo ello se salva gracias la esperanza que se consigue entrever en la segunda parte que deja un buen sabor de boca.
La historia de Amanda Knox en forma de ficción llega a la gran pantalla. Bien escrita, dirigida e interpretada, te pone frente al bien y el mal y te compromete al hacerte pensar que “quizá tú también lo harías”.