
La fascinante interpretación de Bartosz Bielenia, enmarcada en una buena fotografía, traslada al público la inaudita historia de un chico que engañó a toda una población haciéndose pasar por el nuevo párroco.
La fascinante interpretación de Bartosz Bielenia, enmarcada en una buena fotografía, traslada al público la inaudita historia de un chico que engañó a toda una población haciéndose pasar por el nuevo párroco.
Rupert Wyatt dirige un thriler muy correcto en el que explora la actitud de los colaboradores y disidentes en un mundo sometido por extraterrestres. Aunque la premisa induce a confusión, es un film ameno.
Miguel Ángel Jiménez estrena película con Emma Suárez como protagonista.El film envuelve en paisajes griegos una historia intimista sobre decisiones en los últimos tramos de la existencia.
Esta propuesta regala muchos lugares comunes de las comedias dramáticas con toques románticos. Sin embargo, el tino de los actores y el cariño puesto en el proyecto deja al público un título amable y entretenido.
El debut de Viggo Mortensen es una obra con actuaciones fascinantes que perturba y conmueve al espectador a partes iguales. Un relato incómodo sobre heridas del pasado que logra emocionar gracias al perdón.
Otra propuesta de Malick, en su línea, con un elenco conocido y una fotografía hipnótica. Esta vez, el director propone un relato de búsqueda ambientado en el mundo de la música con unos protagonistas embobados.
El docudrama sobre la vida de Sor Faustina Kowalska transmite el mensaje de manera eficaz, pero resulta caótico por no prestar suficiente atención al resto de sus elementos cinematográficos.
Este thriller dramático busca unificar las áreas grises de las inversiones en países en vías de desarrollo y su relación con todos los actores políticos y sociales. Con pasajes convincentes, el conjunto adolece de cierta verosimilitud narrativa.
Una pareja extraña y carismática realiza un viaje que descubre conflictos sin resolver de la segunda guerra mundial. Introspección, humor y tragedia son algunas notas de esta historia que deja un sabor agridulce.
Llega un film de Malick en la línea de sus tramas más abstractas y deambulativas. Dibuja el vacío existencial de un hombre en la cúspide de la fama. Sin ser la mejor del director, no escatima en buscar la belleza hasta en lo más inusual.