
Un adentramiento de pesadilla en un caso que mezcla el terror con el mejor thriller. Con una puesta en escena cuidada, Maika Monroe lidera convincentemente y Nicolas Cage atemoriza tremendamente.
Un adentramiento de pesadilla en un caso que mezcla el terror con el mejor thriller. Con una puesta en escena cuidada, Maika Monroe lidera convincentemente y Nicolas Cage atemoriza tremendamente.
Un insulso reboot que se aborda con un guion repetitivo y monótono, se recrea en la violencia gratuita y busca su único potencial en sustos fugaces. Al final, tan solo queda una propuesta de terror desangelada y olvidable.
Destacable precuela del universo introducido por John Krasinski, donde destacan el trabajo de Lupita Nyong’o y Joseph Quinn. Una perfecta propuesta de entretenimiento, angustiosa, emotiva y humana a partes iguales.
Las historias de zombis se reinterpretan para trascender y hablar de algo mucho más universal: el duelo. En un tríptico familiar, se ahonda en ese sentimiento desde un aura tenebrosa y una realización comedida.
El debut de Ishana Shyamalan no consigue estar a la altura de las expectativas que genera. Aunque crea una sólida atmósfera de terror, ni la inverosímil historia ni los personajes mantienen el interés de la audiencia.
La película de Laura Alvea contaba con varios ingredientes para atrapar al público y posicionarse como un thriller llamativo. Sin embargo, el ritmo y el guion impiden que el film llegue a satisfacer las expectativas generadas.
Este refrescante film de terror alterna lo televisivo y lo cinematográfico para hacer vivir al espectador una ficción como real. En el transcurso de una noche, mientras todo se desmadra, Dastmalchian deslumbra con su actuación.
Abigail es una interesante propuesta para los amantes del terror-fantástico. Una película, liderada por un gran reparto, que baila entre la sangre, el terror y el humor.
Con esta cinta parece que se nos olvidó cómo hacer buen cine. La historia importa, los personajes también, pero desaparecen cuando se da preferencia a los recursos externos al guion.
Wadlow no consigue soprender nuevamente con su propuesta de terror. Impacta al espectador, pero pierde parte de su fuerza conforme se desarrolla la trama.