
La ópera prima de James Ashcroft es un thriller efectivo, con interpretaciones magistrales, que consigue hacer pasar un mal rato. Ambientado en parajes idílicos de Nueva Zelanda, aborda más contenido moral del que parece.
La ópera prima de James Ashcroft es un thriller efectivo, con interpretaciones magistrales, que consigue hacer pasar un mal rato. Ambientado en parajes idílicos de Nueva Zelanda, aborda más contenido moral del que parece.
Llegaron de noche saca a la luz la verdad acerca del asesinato de los jesuitas de El Salvador. Con maravillosas interpretaciones de secundarios, que dejan con ganas de más, atrapa al público y anima a defender la verdad.
Con pasajes confusos por la profusión de nombres y detalles, esta apuesta por el cine de espías autóctono ofrece una trama entretenida y un Luis Tosar, como siempre, líder en llevar la carga dramática.
Este thriller intenta mezclar lo psicológico con lo sexual. Sin embargo, el conjunto de la película no acaba de funcionar por la falta de ritmo, la inexistente evolución de los personajes y una narrativa de telefilm.
Una historia sobre la dureza del agro con cero concesiones al romanticismo. Es ruda y seca como la misma tierra que la protagoniza, como los inmensos personajes que la pueblan.
Sin un solo disparo ni una gota de sangre, Andreas Fontana logra transmitir la violencia y el miedo de la dictadura militar en Argentina durante los 80. Aún con gran ambientación e interpretaciones, puede resultar un tanto lenta.
El retorno del tándem Christie-Branagh cumple las expectativas narrativas y formales. Su entretenimiento da paso a ligeras, y ambiguas, reflexiones sobre el amor, la pasión y las apariencias.
Esta trama de invasión doméstica trata de diversificar el género a través de una protagonista con discapacidad sensorial que se aleja del papel de víctima convencional. Pero no consigue mantener el suspense en la mayoría del metraje.
Un reparto estelar femenino encabeza esta historia vertiginosa de espionaje, en ocasiones genérica y predecible, pero que consigue su objetivo principal: entretener y amenizar un par de horas.
One shot no destaca por la novedad de su historia ni por unos personajes trabajados. No obstante, permite disfrutar con mucha acción y una apariencia de plano secuencia que aumenta la tensión y la adrenalina del público.